Consumir alimentos altos en carbohidratos, grasas, azúcares o cafeína antes de acostarse puede provocar diversos problemas digestivos y alterar el descanso nocturno, según estudios. Esta práctica interrumpe el sueño y puede generar malestares.
Médicos destacados indican que la calidad del sueño es fundamental para la salud, aunque a menudo es compleja y esencial para el bienestar humano. Comer demasiado por la noche puede afectar el descanso, incluso provocando pesadillas y despertares abruptos.
EFECTOS DE UNA CENA PESADA EN EL DESCANSO
Una cena copiosa puede desencadenar varios problemas, siendo las pesadillas solo uno de los posibles efectos negativos, afirma el experto. Además, es común experimentar reflujo ácido o indigestión (molestias estomacales y dolor abdominal) tras una comida pesada. Por lo tanto, investigaciones recomiendan evitar cenas ricas en carbohidratos, grasas y azúcares, así como el consumo de café por la noche.

TIEMPO NECESARIO PARA LA DIGESTIÓN ANTES DE DORMIR
Dormir ocupa entre un cuarto y un tercio de nuestra vida, lo que lo convierte en un periodo crucial tanto para la salud física como mental. Los estudios coinciden en que es necesario esperar entre dos y tres horas entre la cena y la hora de acostarse para garantizar un descanso adecuado.
Un estudio realizado a 793 jóvenes adultos de entre 18 y 29 años sugiere que las comidas con alto índice glucémico ingeridas al menos cuatro horas antes de dormir favorecen un sueño más reparador que aquellas consumidas una hora antes de acostarse. Sin embargo, el momento de las comidas no es el único factor que influye en la calidad del sueño.
Otras investigaciones también destacan que el consumo de tabaco, alcohol y cafeína, así como una dieta rica en alimentos procesados y grasas saturadas, son factores adicionales que alteran el ciclo del sueño y empeoran su calidad.