En la actualidad, diariamente nos vemos en la necesidad de estar frente a las pantallas. El trabajo, los estudios y todas nuestras actividades alternas lo exigen. Sin embargo, también tenemos el control para decidir en qué momento nos alejamos de los dispositivos más adictivos a nuestro alcance.
La tecnología ha alterado nuestro pensamiento y la forma en que procesamos la información. Con el bombardeo constante de datos en nuestras pantallas, nuestro cerebro realiza varias tareas, lo que genera una sobrecarga cognitiva y una disminución de la capacidad de atención. Además, la luz azul emitida altera nuestro ritmo circadiano y provoca trastornos del sueño.
Dejar que nuestra mente respire y se oxigene es parte de nuestro amor propio y cuidado mental.
Estos son los beneficios de alejarnos de las pantallas:
1. Ayuda a tu calidad del sueño:
La luz azul de las pantallas puede alterar nuestros patrones de sueño. Aprovechemos este tiempo para leer un libro, orar o realizar otras actividades relajantes que nos ayuden a dormir mejor.
2. Mejora las relaciones:
Dejar el celular a un lado y prestar atención a quienes nos acompañan es reconfortante y relajante.
3. Reduce el estrés:
Cuando nos desconectamos, nuestra mente tiene la oportunidad de descansar y recargarse.
4. Ayuda a la productividad:
Cuando tomamos un descanso de la tecnología, le damos a nuestra mente la oportunidad de concentrarse en otras cosas. Podemos hacer ejercicio o pasar tiempo con nuestros seres queridos.
¿CÓMO DESINTOXICARME?
1. Evalúa tus hábitos:
Evaluar el tiempo frente a la pantalla antes de establecer tus objetivos es vital para corregir hábitos actuales.
2. Sé realista:
No traces metas ambiciosas que sepas que no podrás alcanzar. Si actualmente pasas 6 horas al día frente a tu teléfono, no es realista establecer el objetivo de reducir ese tiempo a 1 hora al día.
3. Paso a paso:
Sin presiones, pero con mucha voluntad. Comienza con metas pequeñas y alcanzables. Por ejemplo, reducir el tiempo que pasas frente a la pantalla a 30 minutos al día.
4. Establece un plan:
Identifica los pasos que debes seguir para reducir el tiempo que pasas frente a dispositivos y crea un plan que funcione y se ajuste a tus necesidades.
5. Realiza un seguimiento de tu progreso:
Lleva un registro de tu avance y celebra tus éxitos. Dale tiempo a tu proceso, sé consciente y ten mucha voluntad. Recuerda que cuidar de tu mente también es amor propio.