Todas las mañanas despertamos con un ligero calor enternecedor en las piernas o en nuestra espalda, así nos percatamos de la leal compañía que tenemos diariamente. Un ser vivo que no necesita hablar con nosotros para demostrarnos su amor. No pide nada más, que permanecer a tu lado porque en su vida lo eres absolutamente todo.
Los seres humanos vivimos en un ambiente que engloba muchas emociones como la tristeza, la felicidad, el amor, las preocupaciones, el estrés, etc. Los animalitos nos ayudan a liberar estas emociones.
Nuestras mascotas reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Al jugar con ellos mejora nuestro estado de ánimo. Tener peluditos, puede ayudarnos a mantener una rutina que incluya actividad física que beneficia a nuestra salud.
Maravillosamente las mascotas también ayudan al aprendizaje de los niños. Si los más pequeños del hogar tienen problemas de aprendizaje los animales contribuyen con una solución a ello. Estos datos según la Asociación Americana del Corazón.
Según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psiquiatría, las mascotas proporcionan una presencia tranquilizadora en un 62%. Ayudan a reducir el estrés y la ansiedad también en un 62%. Animarlos a ser físicamente activos nos beneficia en un 35%. Estructurar sus horarios nos aporta en un 29%. Aumentar las conexiones sociales con los demás nos suma un 19%.
Estadísticamente, nuestras mascotas si cumplen un papel crucial como nuestros doctores mentales. El vínculo que creamos con ellos puede sanar nuestro corazón y nuestra mente. No necesitan hablar, simplemente con su compañía y muestras de afecto nos hacen seres más felices.