Mariel Armella El estilo «Comfy Chic» es como ese amigo que nunca te critica por no salir del pijama, pero aún así entra al salón con una elegancia casi espontánea. Nació en plena pandemia del 2020 como respuesta a los encierros y al teletrabajo: prendas suaves, relajadas, que de pronto se convirtieron en protagonistas de nuestros feeds y de marcas en todo el mundo. Sin perder un ápice de estilo.
Piensa en joggers de algodón o lino, sudaderas oversized, camisetas holgadas o vestidos fluidos que podrías llevar en casa, pero también combinar con un blazer suave o un abrigo estructurado y salir por la calle sin sentir que vienes de una sesión de sofá. Esa mezcla de comodidad pura con un toque cuidado es su esencia.
Lo fascinante de este estilo es que logra dar ese aire chic sin parecer forzado. Colores neutros, beiges, tonos pastel que nos transmiten armonía, tejidos que acarician la piel, podrías quedarte dormida en tu outfit y aún así se vería sofisticado.
Y no te equivoques: no es un descuido ni un «voy con lo primero que vea», sino un delicado equilibrio. Un pantalón ancho con una camiseta más ajustada, o una sudadera combinada con zapatillas inmaculadas. Este juego de opuestos “relajado y chic” funciona como un imán visual.
Lo mejor es que este estilo se adapta a tu propio ritmo: trabaja desde casa, ve a una reunión casual, visita amigas, todo con el mismo conjunto si quieres. Y si necesitas sofisticación, solo agrega un blazer, unos botines bajos o una blusa satinada.
El comfy chic es una declaración de confort consciente: comodidad sin remordimientos y estilo sin esfuerzo. Así que, la próxima vez que planees tu outfit, recuerda, estar cómoda no significa renunciar a verte elegante.
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