Entre pinceles, hilos y porcelanas, Isabel Miriam Goitia Sardón de Salinas ha tejido una historia de amor por el arte y las manualidades. Su marca, La Vie en Craft, es más que un emprendimiento: es el reflejo de una vida dedicada a transformar materiales simples en piezas únicas y llenas de significado.
Desde los ocho años, Isabel encontró en el punto cruz una forma de expresarse. Sus primeras creaciones eran torpes y llenas de nudos, pero con paciencia y dedicación aprendió a perfeccionar su técnica. Hoy, sus bordados son impecables y sin nudos, una metáfora de su constancia y pasión.
Con los años, su curiosidad artística la llevó más allá como la pintura en porcelana fina, patchwork, crochet, acuarela. “Siempre he pedido a Dios que no me falten los ojos ni las manos. Las dos van juntas, porque son esenciales para crear”, dice con una sonrisa que refleja gratitud.
La porcelana llegó a su vida hace ocho años y se convirtió en una de sus especialidades. Sus piezas, que a menudo requieren hasta cinco horneadas y el uso de oro líquido importado, son verdaderas joyas artesanales. Cada diseño es único y personalizado, un detalle que sus clientes valoran profundamente. “No me gusta hacer cosas en masa. A la gente le encanta saber que algo fue hecho especialmente para ellos”, afirma Isabel, mientras muestra delicadas tazas, posavasos y recuerdos pintados a mano.

Pero el camino no ha sido sencillo. La escasez de materiales y el alto costo de la importación de pinturas y oro han sido desafíos constantes. A pesar de ello, Isabel nunca dejó de crear. Incluso en los años más difíciles, cuando cuidaba a su madre enferma, encontraba consuelo en sus manualidades: “Pintaba cerca de ella, bordaba mientras estaba a su lado… así fui armando mi negocio poco a poco”.
Su primera feria fue hace nueve años. Desde entonces, Isabel ha participado en decenas de eventos, donde no solo vende, sino que también comparte su arte y establece lazos humanos: “Me gusta conversar con la gente, explicar lo que hago. Eso también es importante, que conozcan el trabajo detrás de cada pieza”.

Hoy, La Vie en Craft es sinónimo de arte, dedicación y exclusividad. Isabel ha logrado que su taller sea un espacio de creatividad constante, donde cada pieza cuenta una historia. Los recuerdos de matrimonio bordados para un tío, los obsequios personalizados en el cumpleaños 96 de su madre, o los diseños únicos que realizó para la graduación universitaria de su hijo.
Su mensaje para quienes sueñan con emprender es claro y lleno de experiencia: “Primero, hay que tener fuerza de voluntad. Segundo, no temer a la crítica, porque siempre habrá opiniones. Y tercero, no rendirse, aunque una feria no dé ganancias, porque es una oportunidad para que la gente te conozca”.
Isabel está convencida de que su éxito no solo radica en su talento, sino en la bendición de Dios y en su dedicación incansable. “No es solo negocio, es amor. Me llena ver a la gente feliz con algo que hice con mis manos”.
Isabel también fue maestra, aportando a muchas mujeres compartiendo su técnica y su creatividad.
Para conocer su trabajo y encargar piezas únicas, La Vie en Craft está presente en Facebook, Instagram y TikTok. Isabel también recibe pedidos personalizados por WhatsApp y, con tiempo y planificación, crea piezas que se convierten en recuerdos para toda la vida.
En cada pincelada, en cada puntada, Isabel Miriam Goitia Sardón de Salinas deja una parte de su historia. La Vie en Craft no es solo una marca, es el resultado de años de pasión, perseverancia y arte que trasciende lo material.




