Quizás en más de una ocasión alguien ha comentado en alguna reunión familiar que los profes no saben qué hacer con Juanito porque es muy hiperactivo, no atiende, se distrae rápido y hasta lo han llegado a llamar “problemático” o “flojo”, incluso quizás alguna vez tu fuiste Juanito o como padre/madre estás pasando por algo similar en este momento.
Si te resuena esta situación, sigue leyendo porque vamos a contarte todo lo que tienes que saber sobre el TDA y estamos seguras que esta información será muy útil para ti y tu pequeño o pequeña
El TDA es un trastorno de atención qué puede presentarse con hiperactividad sin hiperactividad o de forma mixta y para entender a detalle cada una uno de estos tipos de trastorno, la causa, como detectarlo y cuál es el tratamiento, visitamos a la Mgr. Gilka Estevez, quien es psicopedagoga con una experiencia de 11 años trabajando con niños y niñas que presentan este trastorno, además de un trabajo conjunto con colegios reconocidos de la ciudad.
“Este trastorno en realidad no es una situación psicológica netamente, también tiene una interferencia muy fuerte a nivel neuronal” comentó Estevez.
TIPOS DE TDA
Los niños que son hiperactivos, como su nombre lo dice, no pueden estar quietos por mucho tiempo, son impacientes, por ejemplo, les cuesta esperar su turno para hablar y normalmente interrumpen a la otra persona y se le dificulta poder concentrarse, además no importa donde estén o donde vayan, su hiperactividad los acompaña a todo lado.
A los niños sin hiperactividad les cuesta concentrarse, son los niños soñadores no logran prestar atención a toda la información y se olvidan rápido de las cosas, son distraídos, igual que los hiperactivos se aburren muy rápido de las tareas, pero la gran diferencia es que no son inquietos.
Los niños que tienen TDA mixto suelen ser hiperactivos donde se sienten más cómodos, muchas veces esto sucede en casa, pero cuando van al colegio su actitud cambia y según Estevez esto se debe a que los compañeros o los padres son quienes neutralizan esta actitud.
“Tengo casos de estudiantes que están haciendo tarea, están prestando atención a la profesora y también están viendo su programa en la tele, hacen las tres cosas a la vez y es fascinante, el problema que tienen ellos es que no los entienden ni los profesores y a veces ni sus papas”, añadió.
Y esto se da porque a estos niños les es imposible trabajar en silencio absoluto, pues por muy raro e imposible que parezca, esa distracción hace que se puedan enfocar y concentrar mejor.
Por otro lado, también están los niños que necesitan estar en silencio absoluto para poder concentrarse, como en el siguiente caso: “vino a los 9 años, la profesora no sabía qué hacer, aquí trabajaba una maravilla, me traía sus cuadernos y trabajaba super bien, en el colegio le era totalmente imposible porque sus compañeros reían, cuchicheaban y se distraía, pero con trabajo conjunto, se buscó una estrategia para dentro del aula y dialogando con las maestras y el colegio, logramos conseguir que pueda mantener su concentración”.
¿CUAL ES LA CAUSA?
Hasta el momento no hay una causa con exactitud, pero en la experiencia que tiene y el trabajo conjunto con neurología es que al parecer puede ser genético, porque en muchas ocasiones, algún pariente tiene o tuvo este trastorno (la mamá, el papá, los abuelos, etc) y fue pasando de generación en generación, además otro factor que ha influido bastante este último tiempo, es sin duda la tecnología, porque nos permite tener todo de forma inmediata, por ejemplo en lugar de buscar una palabra en el diccionario y tener todo el trabajo que implicaba usarlo (desde conseguir uno, hasta el proceso de buscar la palabra), ahora directamente se busca en Google y en segundos ya tenemos la respuesta.
De ahí que un niño TDA te captará muy bien un documental sobre la mitología griega e incluso te lo podrá contar, pero si la profesora es quien lo cuenta en una clase, se vuelve aburrido, porque capta mejor las imágenes en movimiento, los colores y sonidos.
¿COMO SE DETECTA?
Estevez nos explicó que este trastorno se puede llegar a detectar entre 1ero a 3ero básico, más precisamente cuando se comienza con la lectoescritura, ya que es cuando los niños comienzan a tener problemas porque no les gusta repetir las palabras, captan más rápido e incluso son más diestros en matemáticas porque es una materia donde las operaciones nunca son iguales.
“Para diagnosticar este trastorno, hago valoraciones iniciales que van desde una entrevista y una sesión, donde se debe definir qué tipo de TDA tiene y a veces incluso se debe trabajar con un foniatra”, comentó.
En ocasiones los confunden con Autismo, porque el niño autista también es hiperactivo, pero no enfoca su mirada lo que diferencia abismalmente con un niño TDA.
¿CUAL ES EL TRATAMIENTO?
Estevez nos comentó que el tratamiento es a base de terapia psicopedagógica a través de juegos y actividades que ayuden a los niños o niñas con este trastorno, también debe realizarse un análisis neurológico cada 3 a 6 meses para ir observando los avances, asimismo hay ocasiones en las que deben ser medicados.
El tiempo de las terapias van de 1 a 4 años dependiendo de la complejidad del caso, posteriormente los niños podrán manejarse solos, por otro lado, es recomendable que las sesiones mínimamente sean dos por semana para tener un avance regular.
Si bien el TDA es un trastorno, con las terapias se busca convertirlo en un potencial, está demostrado que son super productivas y exitosas, pero si no se los ayuda no pueden alcanzar ese potencial, porque son inconstantes y eso a la larga llega a afectar en todo sentido a la persona que lo presentan.