Existe el mito de que la vida sexual se desvanece con la edad, pero la realidad es que disfrutar de esta faceta de la vida no está necesariamente condicionado por el paso del tiempo. Aunque los días avanzan y nuestro cuerpo muestra señales de envejecimiento, esto no significa que nuestra sexualidad deba verse relegada. De hecho, las relaciones sexuales ofrecen numerosos beneficios para la salud en la adultez.
En general, la frecuencia sexual suele ser alta, con encuentros que pueden ocurrir de dos a tres veces al día. Sin embargo, con el paso del tiempo y la consolidación de una relación, esta frecuencia puede disminuir a alrededor de tres veces por semana, según explican los especialistas.
Investigaciones indican que las parejas jóvenes, especialmente aquellas de entre 20 y 30 años, tienden a disfrutar de una vida sexual más activa, con encuentros íntimos que pueden ocurrir hasta tres veces por semana. A medida que se acercan a los 50 años, esta frecuencia puede reducirse a una vez por semana o incluso menos.
El envejecimiento afecta las hormonas responsables del deseo sexual, pero otros factores también influyen, como el aumento de responsabilidades en la vida adulta, la falta de energía y la ausencia de una pareja estable.
Los datos de investigaciones muestran que, en promedio, la frecuencia sexual es la siguiente según el rango de edad:
– Entre 20 y 29 años: aproximadamente dos veces por semana.
– Entre 30 y 39 años: alrededor de dos veces por semana.
– Entre 40 y 49 años: cerca de una vez por semana.
Aunque estas estadísticas proporcionan una guía general, es importante recordar que cada persona es única. La frecuencia sexual y el tiempo dedicado a la intimidad dependen de las necesidades y preferencias individuales.