Mariel Armella La terapia psicológica es muy importante para mantener una buena salud mental. Cuando lo compartimos con nuestra pareja, definitivamente es para mejorar la relación, así sea por temas sexuales o emocionales.
¿Cuándo conviene acudir a terapia sexual?
La terapia sexual es una herramienta tanto para resolver problemas concretos como para mejorar la calidad de las relaciones íntimas. Según especialistas, deberías plantearte buscar ayuda cuando:
EXPERIMENTAS INSATISFACCIÓN O MALESTAR SEXUAL
Ya sea por disfunciones específicas (como eyaculación precoz, disfunción eréctil, anorgasmia) o por una sensación general de descontento.
La sexualidad no te permite disfrutar libremente y de forma saludable. La terapia puede realzar aspectos como el placer, la comunicación, la autoestima y las habilidades sociales.
El objetivo no es solo curar, sino también enriquecer la vida sexual, fomentando cambios profundos en la persona o la pareja.
¡No le tomes atención a los mitos sobre la terapia sexual!
Es importante hacer caso omiso a estos mitos:
- La falta de educación sexual suele generar desinformación, inhibición y culpa, lo que dificulta la búsqueda de ayuda.
- Muchas personas desconocen qué es realmente un terapeuta sexual, lo que genera prejuicios y vergüenza al hablar sobre temas íntimos.
- Los roles de género tradicionales pueden complicar la participación masculina; en general, las mujeres piden ayuda antes, aunque los hombres que acuden suelen comprometerse más en el proceso.
La verdadera pregunta es ¿Qué expectativas puedo tener de la terapia en pareja?
- A menudo se recurre a terapia como último recurso, con la sensación de “ya lo intentamos todo”, lo que provoca expectativas muy altas.
- Otros creen que bastará con pocas sesiones para solucionarlo todo, pero pronto descubren que implica trabajo personal y cambios conductuales incluso fuera de la esfera sexual.
- El proceso suele enfocarse en recuperar un estado funcional previo más que en promesas idealistas; puede ser complejo, pero nunca es tarde para iniciarlo.
La terapia sexual es útil tanto para tratar disfunciones específicas como para potenciar la sexualidad en pareja. Fortalece la comunicación, recupera el placer y mejora la confianza. No es una solución inmediata, pero sí una vía poderosa para un cambio duradero, siempre que haya compromiso y disposición.
