Mariel Armella ¿Realmente sabemos la importancia de tratar la ansiedad social? La Psicóloga María Elena Cornejo Villegas, directora de Sersiaprende, un prestigioso centro psicoterapéutico que también trata a niños y jóvenes con dificultades de aprendizaje, nos brindó esta entrevista sobre la ansiedad social y sus consecuencias.
La ansiedad social se caracteriza por la percepción irracional de ser juzgado, lo que provoca una profunda incomodidad al relacionarse con otras personas, debido a la sensación de estar constantemente evaluado. Según la Psicóloga Cornejo, “cuando las personas con ansiedad social se encuentran en grupos grandes o en situaciones con desconocidos, suelen mostrar comportamientos ansiosos. Estos pueden ir acompañados de síntomas físicos como la elevación de la temperatura corporal, la agitación, entre otros”.
Aunque el origen de la ansiedad social aún está en discusión, estudios sugieren que puede tener componentes genéticos o estar relacionada con la forma en que se lleva a cabo la crianza. La presencia de humillación, vergüenza, sobreprotección o la imposibilidad de permitir al niño experimentar fracasos y frustraciones en el núcleo familiar puede influir en el desarrollo de esta condición, con manifestaciones que varían en grados de leve a grave.
“La gravedad de la ansiedad influye en el tipo de tratamiento recomendado. Para casos leves, pueden ser útiles los grupos de conversación dirigidos por personas capacitadas. En situaciones moderadas, es recomendable consultar a un psicólogo, mientras que, para los casos graves se debe buscar la ayuda de un psiquiatra”, explica la Psicóloga Cornejo.
Cornejo enfatiza que el tratamiento con medicación debe ser supervisado exclusivamente por un psiquiatra, nunca autoadministrado. “Una gran parte de la ansiedad se encuentra en el sistema límbico del cerebro, donde sustancias químicas pueden no conectarse correctamente en la sinapsis neuronal. Este diagnóstico debe ser realizado por un neurólogo, complementando el trabajo del psiquiatra. Juntos, con las terapias adecuadas, pueden ayudar a las personas a sobrellevar la situación de manera más efectiva”.
Es crucial que los grupos de apoyo estén conformados por especialistas y profesionales capacitados para tratar la ansiedad, y que los participantes hayan sido diagnosticados adecuadamente. “Lamentablemente, las redes sociales han propiciado que muchos adolescentes y jóvenes se dejen influenciar por información de creadores de contenido que afirman tener ansiedad social, cuando en realidad solo presentan dificultades en sus habilidades sociales”, añade.
Para enfrentar la ansiedad social, es recomendable que los afectados se expongan gradualmente a situaciones que les resulten difíciles, como hacer preguntas en el banco, visitar museos y expresar curiosidades, así como participar en actividades dinámicas. Si estas actividades resultan extremadamente difíciles, es una señal de que se debe buscar la ayuda de un terapeuta.
“Las consecuencias de la ansiedad no tratada pueden ser severas, incluyendo la drogadicción, ya que el uso de sustancias puede llevar a realizar acciones que normalmente no se tomarían en consideración. Además, si no se trata a tiempo, puede afectar negativamente el desarrollo laboral”, advierte la Psicóloga Cornejo.
“Recuerden que la ansiedad social se puede controlar y cambiar. No tengan miedo al proceso. Para los padres cuyos hijos padecen esta condición, es fundamental estar atentos a las señales y buscar ayuda profesional cuando sea necesario”, concluye.
