Karina Vacaflor Colquechambi es abogada de profesión y actualmente le dedica tiempo completo a Cioccolato Chocolate artesanal, su emprendimiento que nació hace 13 años como una pasión que siempre tuvo por el chocolate.
Ella recuerda que todo comenzó cuando su esposo (entonces novio) le regalo una caja de chocolates, elaborado por una prima, que le fascinó y de quien aprendió este arte.
Todo comenzó como un hobby y para consumo propio, pero en 2009 decidió abrir Facebook, para su emprendimiento y comenzó a hacer chocolates para vender mientras terminaba de estudiar Derecho en la Universidad.
Karina recordó una experiencia algo desagradable que tuvo cuando comenzaba, junto a una prima fueron al correo para vender los chocolates que prepararon por el día de la amistad, las llevaron a ambas y las dejaron en el lugar junto con una movilidad, luego de que el conductor se fuera, vinieron varias de las vendedoras, a gritos y bajo amenazas las obligaron a cerrar el auto y no pudieron vender, ni moverse a otra zona ya que ninguna de las dos sabía conducir. Horas más tarde, las fueron a recoger y al ver que no les había ido como esperaban, el hermano y el esposo de Karina las llevaron a otros puntos de la ciudad y lograron vender todo lo que habían preparado.
Tras esa mala experiencia, Karina solo hacía chocolates a pedido, en fechas importantes y para algún otro acontecimiento especial de amigas y familiares. Cuando se graduó de la Universidad, se dedicó de lleno a su profesión y dejó de lado los chocolates por unos cinco años, aunque de forma esporádica preparaba alguna vez y trataba de subir imágenes a su página de Facebook para mantenerla activa.
El 2017 decidió renunciar a la institución en la que trabajaba debido al nacimiento de su bebé y porque prefirió pasar más tiempo con él. Ya en casa y viendo los moldes y herramientas que tenía para hacer los chocolates, se le ocurrió reactivar el negocio y aunque los pedidos fueron creciendo, fue durante la época de la cuarentena donde el negocio prosperó mucho más, ya que muchas personas le pedían para enviar como regalo. “como no podías ver a tu familia, me pedían para cumpleaños, aniversarios, graduaciones y todo fue gracias al boca en boca y las redes sociales como Facebook e Instagram”, confesó.
El apoyo de su familia fue clave, pues ellos no solo la aconsejaban, también se involucraron en cada pequeño paso, “mi hermano es productor audiovisual, entonces el maneja la imagen, me creó el logo y me ayuda con las etiquetas, mi hermana con las cajitas, mi mamá, mis sobrinas, mi esposo y mis hijit@s también me ayudan bastante, sobre todo en temporadas altas”, añadió.
Para Karina la atención que brinda a sus clientes y entregar un producto personalizado es clave, pues esto no solo hace que el cliente tenga una buena experiencia de compra también le permite fidelizar a sus clientes.
Nuestra entrevistada de esta semana invita, a las personas que desean emprender, a no tener miedo, además considera que tener una idea ya es un gran paso y que en el camino siempre habrá obstáculos que impiden que las cosas salgan como uno las planea, pero la clave es no rendirse y continuar luchando por hacer crecer el emprendimiento.
Desde matiz te invitamos a seguirla en sus redes sociales y apoyar siempre los emprendimientos locales.
Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100063536411359
Instagram: https://www.instagram.com/cioccolatochocolateartesanal/
Tiktok: https://vm.tiktok.com/ZMLgqqHMe/
[…] Si quieres conocer más sobre la historia de Kari, te invitamos a leer la entrevista completa […]