En nuestro mundo físico, nos encargamos de poner límites de seguridad cuando se trata de proteger propiedades y privacidad. Pero al proteger nuestro mundo interno, confiamos en un sistema más subjetivo cuando nuestros límites psicológicos y emocionales están amenazados.
Algunas personas temen que los límites los hagan parecer egoístas o poco amigables y se sienten culpables por establecerlos; sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad.
Los límites son muy necesarios para mantener el estrés a raya en las relaciones de cualquier entorno, por lo que definitivamente vale la pena pensarlo. Necesitamos establecer tiempo para la energía, el espacio, los recursos y los límites para protegernos a nosotros mismos.
Estos nueve pasos fueron establecidos por una psicóloga que te puede ayudar a superar la ansiedad de poner límites.
- ESTABLECE TUS PRIORIDADES
Escribe una lista de prioridades, incluyendo necesidades y cosas que simplemente te hagan feliz, y compárala con lo que estás gastando tu tiempo y energía en tiempo real. Si hay una gran diferencia, ahí es donde necesitas comenzar a establecer algunos límites claros.
2. ESCUCHA A TU CUERPO
Nuestros cuerpos siempre nos dan señales cuando estamos cerca de alcanzar nuestro límite emocional. ¿Sentiste que se te tensaba la mandíbula o que se te cerraban los puños? ¿Quizás empezaste a sudar? Para algunos es una garganta seca, para otros una sensación de opresión en el estómago.
3. SÉ CLARO SOBRE LO QUE QUIERES DECIR
Practica decir ‘no’ cuando no quieras hacer algo. Comienza con un no pequeño y fácil y ve aumentando desde allí.
4. ACEPTA QUE PODRÍAS SENTIRTE INCÓMODO AL PRINCIPIO
Si no estás acostumbrado a establecer límites claros, es posible que te sientas ansioso o culpable al señalar tu límite personal. Esto es normal, pero cuanto más lo hagas, más fácil se volverá. Tomar unas respiraciones profundas para calmar tu mente antes de hablar puede ayudar mucho.
5. PREPÁRATE PARA REACCIONES NEGATIVAS
No te sorprendas si algunas personas reaccionan mal cuando te defiendes y dices no por primera vez. Mantente firme No es tu trabajo hacer que esto esté bien para ellos. Ellos lo manejarán. Aprende a dejarlo ir.
6. MANTENTE FLEXIBLE
Es normal tener diferentes límites para diferentes personas y tipos de relaciones, pero sé abierto a la idea de que estos pueden cambiar con el tiempo. Mientras te sientas cómodo, está bien reevaluar los límites de vez en cuando, ya que ser demasiado rígido puede ser tan problemático como ser demasiado flexible.
7. ENCUENTRA RELAJACIÓN CON HIERBAS
Siempre hacer de los demás una prioridad puede llevar a sentimientos de agobio y ansiedad. La pasiflora es una hierba que actúa al aumentar los niveles de GABA (ácido gamma-aminobutírico) en el cerebro. Este compuesto reduce la actividad cerebral estresante y ayuda a inducir sentimientos de calma y relajación.
8. ALIVIA EL ESTRÉS CON CARICIAS
Consiste en dar golpecitos o acariciar tu rostro o brazos (desde los hombros hasta los codos) o frotar tus palmas juntas durante 5 a 10 minutos. Lo mejor es que puedes hacerlo en cualquier lugar para un efecto instantáneo. Visita: havening.org para más información.
9. RESPIRA TRANQUILO
ojos e inhala por la nariz, llenando tu abdomen de aire. Mantén la respiración durante cinco segundos, luego exhala lentamente por la boca. Repite 20 veces, esto reducirá tu pulso y asegurará que el estrés se disipe.
Recuerda que poner límites también es señal de amor propio.